¿Será verdad que al Estado, como medida disuasoria, le interesa que el ciudadano sienta temor a ver violados sus más esenciales derechos como persona, si ingresa en prisión?
España puede considerarse una de las 10 economías más grandes (en términos de GDP y poder adquisitivo) del mundo. A pesar de esa cifra ocupa el liderazgo – dentro de la Unión Europea - en detenciones por cada 100.000 habitantes con 141, por delante de Portugal y Reino Unido. El número de reclusos en España es de 65.000, el doble de los que había en 1990. El 22,4% está en prisión preventiva (sin condena). El 53% lleva más de seis años recluido. El 42% está en prisión por delitos contra la propiedad y el patrimonio. El 40% es extranjero. El 39,7% afirma consumir drogas. Y lo más asombroso: El 15% está enfermo de SIDA (VIH) frente al 0,3% de la población no reclusa. Y por si fuera poco, los dos mayores problemas de los centros penitenciarios en España son el tráfico de drogas y la masificación.
¿Son estas cifras razonablemente aplicables a otros países? Por poner solo dos ejemplos, digamos respecto a Francia (5ª mayor economía del mundo) que el Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa – en el año 2006 - consideró “indignas” y al “límite de la dignidad humana”, “con detenidos privados de sus derechos elementales” los centros penitenciarios franceses, concluyendo que “se impone una visión de la estancia en la cárcel como una venganza de la sociedad”.
En cuanto a Rusia, el portavoz del Servicio Penitenciario Federal Ruso advierte que la ley requiere 4 metros cuadrados/preso, cuando en realidad están por debajo de los 3 metros cuadrados/preso. ¡¡ Menos de 3 metros cuadrados/preso!!
He dejado voluntariamente el caso de Guantánamo para evitar ejemplos con cobertura mediática. También he evitado mencionar las situaciones de los reclusos y de los centros penitenciarios en países menos desarrollados, para evitar argumentos – desde mi punto de vista igual de inaceptables - más comprensibles.
comentarios 5 
comentario de
Jesús Castellano
el
21/03/2007 10:10:43
El artículo de hoy comienza señalando “España es una de las 10 economías mas grandes (en términos de GDP y poder adquisitivo) del mundo”.
Pero mi conclusión tras la lectura del articulo de PCA es, que en absoluto acreditamos la efectividad de la sociedad avanzada que – al menos en términos económicos, extremo que, dicho sea de paso, últimamente los medios contaminados por el virus de una clase política excesivamente populista, nos recuerdan constantemente a los españoles – decimos ser.
A mi me parece buena definición de política penitenciaria aquella que da Don Albert Batlle, secretario de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, “política social paliativa consecuencia del fracaso de otras políticas sociales: la integración, la educación, la socialización”.
El hombre vive en sociedad, el binomio hombre/sociedad es inseparable y por eso debemos siempre actuar en busca de la reinserción del preso.
Ahora bien, debo señalar que esta es una reflexión, ante la que siempre flaqueo y muestro debilidad, no se como reaccionaria si alguien hiciere algo malo a alguno de los míos.
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comentario de
Rasputin
el
23/03/2007 13:00:50
Si el 10% de la poblacion española es inmigrante, pero el 40% de la poblacion reclusa en España es extranjera, podemos concluir que los extranjeros tienen un propension a ir a la carcel en España 6 veces mayor a los nativos. Hombre, digo yo que algo de racismo ya habra en ese dato!!!
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comentario de
PCA
el
25/03/2007 17:19:31
Pues la verdad es que no lo creo. Habrá muchas causas imputables a la deficiente gestión del Estado, pero esto no es Los Angeles, Rasputín. Hoy, aun hoy, todavía no hay racismo en España. Mañana ... pero aun no.
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comentario de
Raúl Dolz
el
19/04/2007 14:43:15
Resulta benévolo PCA en su creencia pues el análisis de Rasputín no deja de suponer una manifestación más de racismo. Posiblemente el origen es el desfavorecimiento que muestra su desproporción en la extranjería, pero sin duda también es porque reciben una mayor represión. El racismo existe también en España aunque nos presentemos como grandes adalides del recibimiento y la bienvenida, pero no es así, pues principalmente somo defensores de los bienes de Occidente y quizá sea dificil ser de otra manera. Rasputín sin duda provoca -no sé si por su recordatorio del personaje de contradicción, aunque "amigo" de Corto Maltés- pero en el buen sentido de lo que significa una desigual represión qu es indudable. Ello posiblemente también procede de que ellos tampoco pueden acceder a la mejor defensa de sus garantías procesales como sin duda otros de major clase si lo hacen ---¿por sus abogados? Servida polémica?
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comentario de
PCA
el
18/05/2007 15:40:53
No creo que sea el momento de definir lo que es "racismo", pero - quizás ingenuamente - sigo sin apreciar racismo; al menos por ahora.
Racismo es considerar una raza inferior a otra, por tal condición. Y en el caso de LatAm, (i) somos la misma raza (latinos); (ii) y además los latinos que vienen de latinoamérica, en modo alguno son inferiores.
Otra cosa harto diferente, es que los que vienen de América Latina, tienen una escala de valores que resulta difícil de compatibilizar con la de los habitantes que integran una de las 10 economías más poderosas del planeta. Esas diferencias generan disfunciones que nada tienen que ver con el racismo.
Por otra parte - querido Raúl - no creo que las disfunciones provengan de una diferente defensa de sus garantías procesales. Y menos en una España en la que el acceso a la Justicia es franco y nada limitado. Cualquier emigrante - vaya donde vaya - debe adaptarse a los valores del país que le recibe. Si no lo hace, surgirá inadaptación, pero (al menos en España) no racismo. Y si el Gobierno que dirige al país de recogida no gestiona esa adaptación habrá dos faltas (i) la del emigrante que no se adapta; (ii) la del político incompetente.
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